Imagen bitmap: como su nombre indica esta basada en un mapa de bits. Esto significa que cada bit (mínima unidad de información en este caso el píxel) se puede manipular individualmente. Así son imágenes que contienen más cantidad de información y por tanto más megas que las vectoriales. Los formatos de estas imágenes son, entre otros, jpg, tif o bmp. Y los programas actos para manipularlas son, por ejemplo, el gimp o el photoshop. El tamaño de la imagen en megas, será proporcional a la ampliación que queramos hacer de la misma. Ya que si queremos ampliar la foto y la imagen tiene resolución baja y tamaño pequeño, aparecera el clásico pixelizado y el diente de sierra en los bordes. Actualmente con la revolución de la imagen digital, las imágenes bitmap se manipulan con los programas de retoque fotográfico, verdaderos sustitutos de los ya antiguos y obsoletos laboratorios de fotografía.
Imagen vectorial: Las imágenes vectoriales se construyen a partir de vectores. Los vectores son objetos formados matemáticamente. Un vector se define por una serie de puntos que tienen unas manecillas con las que se puede controlar la forma de la línea que crean al estar unidos entre sí. Los principales elementos de un vector son las curvas Béizer (curvas representadas matemáticamente).
Por tanto se basan en fórmulas matemáticas y superficies de color plano o que siguen una norma, como por ejemplo un degradado. No se pueden dividir en mínimas unidades de información como los píxeles, sino el manchas de color y líneas. Los formatos de estas imágenes son, entre otros, crd o ink. Los programas adecuados para trabajar con ellas son el Inkscape o el Corel Draw. Una gran ventaja de las imágenes vectoriales que las convierte en las idóneas para el diseño gráfico es su capacidad de mantener la nitidez y definición de los bordes por mucho que se amplien. Por tanto este tipo de imágenes se utiliza en el diseño gráfico fundamentalmente: logotipos, imagen corporativa, carlelería, diseños en los que se sintetizan colores y formas.